En fin, poco mas hay que decir en cuanto a lo que es el viaje en moto, una autentica pasada, no me quedan palabras.
Los dias posteriores al Stelvio te van poco a poco devolviendo a la realidad, el primero aun haces unos puertos, el segundo te situa ya en ciudades grandecitas y donde vuelves a encender el aire acondicionado en cuanto entras en la habitacion del hotel. Pero bueno que si piscina que si paseo lo vas sobrellevando, estuvimos en Verona y en el famoso Lago di Garda, alli el calor ya era una molestia...
La foto es en el ferry para visitar los pueblines de la ribera del lago.
Seguimos bajando y el calor subiendo, por el lago di Commo aquello era ya una sauna, muy bonito, espectacular, pero haceros cargo, venimos de el paraiso de las curvas, del viaje soñado en moto y ahora estamos en puntos turisticos a tope, mucha gente, ni un sitio para aparcar la moto porque el turismo es tan masivo que no te dejan acercarte con el coche o la moto y si te cuelas las zonas de aparcar son de los que viven, comer se convierte en dos horas, calorazo..
Pero claro, aun hay mas... queriamos ir a Milan y hay dos horas de autovia que ya me mataron.
Milan es precioso, caro, grande, alli todo es pagando pero no te vas a ir sin verlo... asi que estiramos tres dias alli gracias a que pille un hotel de 5 estrellas con un oferton para llenarlo en verano ya que en Milan las ferias mueven mucha gente pero en verano hay un huevo de hoteles.. vacios. Por la mañana turismo y por la tarde Spa, piscina y descanso que esto de viajar es mu cansao...
Y eso es todo, teniamos previsto ir a Genova como ultimo destino pero entre el calor, las dos horas de autovia mas las que habria de hacer despues puesto que nos estabamos alejando del punto de partida donde teniamos el coche y que ademas en esos dias se cayó un puente alli en Genova y esas cosas dan yuyu.. decidimos improvisar y volver.
De vuelta aun dio tiempo de parar otro dia en Arlés. Tambien curioso, todo es muy bonito cuando estas de vacaciones pero el tiempo y el dinero se termina agotando...y hay que volver, siempre pensando en que nos quiten lo bailao.
Termino este relato como siempre: ¡¡ Sacar las motos, ostias!!
